miércoles, 6 de abril de 2011

Renovando el armario con Boquerón

Ayer me puse a comprobar la ropa de baño a ver si me valía (es lo que tiene haber perdido peso). Sobre todo voy a piscinas a bañarme en verano, así que el olor a cloro en la ropa era considerable. Fui dejando aquella que iba descartando encima de la cama. En ese momento llegó Boquerón y... comenzó la fiesta: se subió a la cama, empezó a revolcarse encima de los bañadores, los mordisqueó, los babeó... Vamos, que se lo pasó pipa.

Como colofón, se quedó un rato echándose la siesta, extasiado, encima de ellos.