La hora del día en que Boquerón está más rico es por la mañana a la hora de levantarse: se sube a la cama, se acurruca bien pegadito con las patas encima de tu brazo, te mete la cabeza debajo de tu barbilla y se pone a ronronear... Hay días que no se decide con cual de los dos le apetece más acurrucarse y se pasa un buen rato yendo de uno a otro...
Desde hace unos días está aun más rico, no sé si ha sido la alegría de que volviéramos de vacaciones (nos fuimos 7 días y lo dejamos en casa, bien atendido, eso sí, que iba mi padre todos los días a verle). La cosa es que hace poco nos "ayudó" a levantarnos de la cama... A mi chico le empujó la sábana hacia abajo con la pata y a mí me tiró (con la boca) de la manga de la camiseta... :-)
La verdad es que le encanta darnos los buenos días. Hoy casi me lo como (a besos)... Estaba Boquerón en la cocina desayunando con mi chico (cada uno lo suyo, claro) cuando ha sonado mi despertador... Inmediatamente ha salido corriendo hacia nuestro dormitorio y se ha acurrucado un rato conmigo... Si es que de verdad que es para comérselo...
Ummmmm, yo quiero un gatitooooo.
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